La Albahaca es una planta aromática con una historia muy antigua, apreciada por su uso en la medicina y cocina. Es considerada de buena o mala suerte y hasta de odio o de amor según la distinta época y cultura.
Existen muchos tipos de albahaca, como por ejemplo, el Ocium Basilicum, Ocium Basilicum Genovese, Ocium Tenuiflorum, Ocium Gratissimum, Ocium x Citridorum.
Todas son
plantas ricas de vitaminas, minerales y antioxidantes, pero cada una
de ellas tiene un aspecto y un aroma distinto (algunas tienen un
sabor intenso, otras suaves o con aroma más mentolado o cítrico).
Para mantenerla frondosa será suficiente utilizar un sustrato y un tarro que tengan un buen drenaje, dejarla expuesta al sol, pero bien reparada del viento, regarla con regularidad para que no seque y cortar las hojas que necesites en la cocina con tijeras limpias. Si no tienes intención de recoger sus semillas, mi consejo es de cortar las flores desde que nazcan, para evitar debilitar las hojas y así facilitar también el crecimiento de nuevas ramas.
Justo por su olor son conocidas, al igual que la menta y el romero, como plantas aliadas para alejar los mosquitos, y atraer las abejas. Diría que son dos buenas razones para tener tu tarrito de albahaca siempre presente en tu patio, jardín o balcón.
Pueden vivir desde algunos meses hasta un año o poco más, pero con el correcto cuidado y un poco de suerte puedes cosechar sus semillas y volver a sembrar más de ellas, para que nunca falten en tus ventanas o en tus mejores salsas.
Será necesario también eliminar todas las hojas dañadas y asegurase de que no sea atacada por parásitos.
¿Te gustaría tener plantas aromáticas en tu casa? ¿Qué tipo de plantas utilizas en tu cocina?
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